Ilustre y Venerable Congregación de Jesús Nazareno y Santo Entierro

Semana Santa 2020 en tiempos de confinamiento

La Junta de gobierno de la Congregación queremos tener un signo de comunión, que también es comunicación presentando una serie de recursos gráficos para que podamos celebrar los misterios de la Pasión Muerte y Resurrección del Señor en estos momentos difíciles y de confusión en los que nos encontramos. Cinco documentos que describen brevemente los misterios que nos vamos a enfrentar y nos ayude a orar en nuestros hogares.


JUEVES SANTO

Continuamos la Semana Santa en este año en que la pandemia nos exige la penitencia de quedarnos en casa, y damos la oportunidad de compartir y vivir estos días en comunión con los Hermanos de forma diferente.

En este Jueves Santo desde nuestra Congregación de Jesús Nazareno y del Santo Entierro vamos a dar una breve ambientación histórica y litúrgica del día, con una breve oración para así unirnos a la oración de toda la Iglesia en la celebración de la Eucaristía que podremos seguir por los distintos medios de comunicación.



Sentido litúrgico del día


En la última cena, Jesús instituye la Eucaristía, el sacerdocio y el mandamiento del amor

Entramos en la Pascua Sentados a la mesa del altar, celebramos con Jesús su última cena con los discípulos antes de padecer.

El Jueves Santo celebra y actualiza la misma última cena de Jesús y supone para nosotros la antesala de la Pascua, los días más importantes del año para los que celebramos nuestra fe cristiana.

El Triduo Pascual son los días de Viernes y sábado santos más el Domingo de Pascua de Resurrección.

Sin embargo, el atardecer del Jueves es la víspera y supone ya la puerta de entrada al Triduo Sacro. Es el momento en el que Jesús cena con sus discípulos antes de ser detenido en el huerto de Getsemaní.

Este día sólo adquiere su pleno sentido si lo interpretamos en todo el contexto de lo que celebramos en los tres próximos días: la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

El Jueves Santo es el pórtico de la Semana Santa, pórtico bajo el que hay que pasar para seguir caminando hacia la Pascua. La misa solemne comienza.





Oración


Oremos

Nos has convocado, Señor, en esta tarde

para celebrar aquella misma memorable Cena

en la que tu Hijo, antes de entregarse a la muerte,

confió a la Iglesia el banquete de su amor,

el sacrificio nuevo de la alianza eterna;

te pedimos que la celebración de estos santos misterios

nos lleve a alcanzar plenitud de amor y de vida.





Reflexión


Jesús nos da el mandamiento del amor: «Amaos unos a otros como yo os he amado» (Jn 13,34).

Pero, el hombre no tiene capacidad para amar así. No es simplemente fruto de un esfuerzo, sino don de Dios. Afortunadamente, Él es Amor y —al mismo tiempo— fuente de amor, que se nos da en el Pan Eucarístico.

Y también contemplamos el lavatorio de los pies. En actitud de siervo, Jesús lava los pies de los Apóstoles, y les recomienda que lo hagan los unos con los otros. Hay algo más que una lección de humildad en este gesto del Maestro. Es como una anticipación, como un símbolo de la Pasión, de la humillación total que sufrirá horas después para salvar a todos los hombres.

El teólogo Romano Guardini dice que "la actitud del pequeño que se inclina ante el grande, todavía no es humildad. Es, simplemente, verdad. El grande que se humilla ante el pequeño es el verdaderamente humilde".

Por esto, Jesucristo, el Nazareno, es auténticamente humilde. Ante este Cristo humilde nuestros moldes se rompen, igual que estamos experimentando en estos días de confinamiento, enfermedad, incertidumbre y muerte: vemos invertidos los valores meramente humanos; pero desde la referencia a Jesús Nazareno hallamos orientación segura a esta realidad, y somos invitados en este jueves santo a seguirlo para construir un mundo nuevo y diferente desde la ayuda, la oración y el reto de seguir nuestras vidas.